sábado, 6 de marzo de 2010

El chacarrá

Se trata del baile y canto más típico de la zona. Su origen se remonta a los siglos XVIII y XIX, en un contexto espacial de población diseminada en la sierra (en torno al actual parque natural de los alcornocales), donde la cooperación vecinal era necesaria para la convivencia. Las fiestas tenían un carácter excepcional y servían para realizar un acto de convivencia informal y festivo. Una de las fiestas más importantes eran las cruces de Mayo (denominación que venía porque se celebraban todos los Domingos del 3 de ese mes hasta el 13 de Junio, he ahí su genero plural). Se adornaba una de las casas con las mejores galas que tenías y con una cruz hecha de ramas verdes y repleta de flores frescas. La gente llegaba sobre las ocho de la tarde y la fiesta duraba hasta que volvía la luz del día para hacer el camino de vuelta por las veredas. Durante la segunda Guerra Mundial el régimen franquista decide llenar estas sierras de caminos y carriles que ayudaran a un mejor control militar y para ello comienzan a venir de todas las partes de España soldados de reemplazo en aluvión. Estos extremeños, gallegos, catalanes... que no conocían lo que se cantaba y lo que se bailaba comenzaron a nombrarlo por el sonido que hacían los instrumentos "CHACARRA", este nombre cayó en gracia y así comenzó a denominarse. Es decir, que el origen del nombre es de similar origen al de "polaco" con el que se le llaman a los catalanes en el resto de España.

La instrumentación de estos bailes y cantes está compuesta por guitarras, platillos y castañuelas. En cuanto al cante, se trata de fandangos cortos adaptados para ser bailados. La letra se caracteriza por la improvisación, normalmente se establecía un dialogo entre el muchacho y la muchacha que empezaba de forma semihostil y terminaba con un piropo. También como en todos los fandangos existen coplas de amor y desamor, sabiduría popular, exaltación del baile y de la tierra, etc. Los bailes que se interpretaban eran derivados del fandango, emparentados con los verdiales de las sierras de Málaga y Huelva, adaptados a la instrumentación escasa con que se contaba y perfectamente arritmados para la danza. Existen tres modalidades de baile; el Zangano (dos hombre y una mujer describiendo ochos), el "agarrao" (por parejas) y el suelto por parejas.

Dejando a un lado el Chacarrá, hay que destacar la amplia tradición flamenca de la localidad, existiendo grandes cantaores y un concurso de flamenco "Casas Viejas" de gran solera en la comarca, con más de 25 años de existencia.

Resumen de un trabajo de Leonardo Ruiz Estudillo

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